Un padre hace una reflexión sobre la paternidad dedicándole a su hijo unas líneas en la sección de Cartas al Director de El Diario Vasco. En su escrito, titulado ‘A Carlos’, le reclama a su hijo que después de todos los sacrificios hechos por su educación le habría gustado que alguna vez en la vida, sin ningún motivo particular, le hubiese llevado a comer a un buen restaurante.
Aquí os dejamos las líneas que le dedica:
«Hijo mío, tuviste el mejor colegio, buena ropa, la habitación más soleada de casa y los Reyes Magos siempre cumplieron tus deseos. La verdad es que fuiste un buen estudiante, pero tuve que «meter» muchas horas como contable en comunidades de vecinos, aunque no lo sabías, para que hicieras en Madrid la ingeniería que tú querías. Tantos años, tanto esfuerzo, tanto dinero… mereció la pena.
Te saqué el carnet de conducir y, encantado, me quedé sin coche. Y los idiomas, cómo no, en el lugar de mejor acento: Londres y París. Puse mis ahorros para la entrada de tu piso que con tanto mimo pintamos y amueblamos. Luego te casaste y, como María era huérfana de padre, corrí con los gastos a base de un anticipo en el banco.
Has sido un buen hijo, tengo dos nietos amorosos que cuido casi a diario. No olvidaste mis cumpleaños y en Navidad contáis conmigo. No se puede pedir más.
Sin embargo, me hubiera encantado que algún día, sin que fuera aniversario de nada, ni domingo ni vacaciones, me hubieras llevado a comer a un buen restaurante y me hubieras invitado. Solo eso, ¡joder!»
Fuente: El Diario Vasco